Zancada hacia la permanencia con un festival de goles

La presencia en el once inicial de Jofre Carreras constituyó la gran sorpresa antes de que empezara el duelo. El futbolista cedido por el Espanyol ha tenido una escasísima aportación en competición oficial hasta la fecha y en El Molinón fue titular en detrimento de Roberto López, el habitual por esa zona, de interior, próximo a la banda derecha.

Los sportinguistas arrancaron muy imprecisos en los pases, con continuas pérdidas (marcaron gol, pero fue en fuera de juego) mientras los ayer de amarillo atinaron la primera vez que se acercaron a los dominios de Cuéllar.

Era el minuto 11 y tras un saque de banda, Juanlu asistió hacia el punto de penalti para que el carrilero Salinas, que se había convertido en un delantero más en esa acción, lanzase con la pierna derecha para enviar fuera del alcance del meta local.

No podía comenzar mejor el partido ante un rival que no está en su mejor momento y que se encuentra clasificado muy por detrás de lo que en Gijón preveían cuando empezó la temporada.

Cote lo intentó desde lejos, pero Herrero estaba bien colocado. Los de casa asumieron a partir de entonces el control de la pelota. El dominio era de los rojiblancos, si bien los goles iban cayendo del lado jabato. En la segunda aproximación, Pinchi robó el balón ante una pésima salida de la zaga local, Raúl se marcó un estupendo pase entre líneas para la proyección de Jofre, quien salvó al defensa y al cancerbero para poner el 0-2 en el electrónico.

El Molinón se tornó en un estadio de abucheos hacia sus jugadores. Mientras tanto, el Mirandés seguía a lo suyo. Gelabert firmó una jugada 'marca de la casa', cedió a Raúl García, pero el pichichi marró una fenomenal ocasión para hacer el tercero cuando lo tenía todo a favor. Esta vez, el guardameta adivinó la intención del '9'. No se había llegado a la media hora y los de Etxeberria exhibieron efectividad.

A poco que estuvieran acertados en las contras, en los últimos pases, podían hacer una escabechina en las filas del Sporting, que sufría las iras de su hinchada. El 0-2 hizo mella en el adversario. Al equipo de Miranda le dio alas. Y a sus hinchas, a los cerca de 200 desplazados. Había que aprovechar el momento de desconcierto de los asturianos.

Sin embargo, de lo que podía haber sido el 0-3 se pasó al 1-2 porque Pedro Díaz, tras aprovecharse de un despeje, empalmó desde fuera del área un trallazo sin que el meta mirandesista pudiera evitar el tanto. Los gijoneses estaban de nuevo en el partido. Lógico, en cierta forma, porque quedaba mucho tiempo por delante.

A diferencia de los choques anteriores con el Mirandés en liza, en esta oportunidad los ataques superaban a las defensas . El cuadro local, con dos puntas, el exmirandesista Cristo, y Milovanovic también llevaba sensación de peligro cada vez que se aproximaba. Al igual que los visitantes. Porque en su cuarto acercamiento, Pinchi, desde dentro del área, no pudo superar al portero, que despejó un tiro que se colaba. Cuatro ocasiones muy claras y dos goles era la cosecha de un bloque, el de Miranda, que en tres cuartos de campo se asociaba a la perfección para superar las líneas del rival. Su defensa hacía aguas, si bien la del Mirandés tampoco es que se mostrara plena de solidez.

Si el primer tiempo empezó con noticias positivas, el segundo siguió un guión idéntico. Gelabert metió el pie para quitarle el cuero a un defensa, el esférico le llegó a Pinchi, quien sin pensárselo lanzó un durísimo disparo a la escuadra. 1-3 a favor de un conjunto al que tanto le costaba ganar a domicilio. Dinamita arriba ante una endeble defensa rojiblanca con muchísimos problemas para sacar la pelota jugada ante la insistencia de los jabatos.

Manojo de nervios

Los defensas anfitriones eran un manojo de nervios. Muy blandos. Tras pelear Pinchi un balón en la banda, Raúl cedió a Juanlu. Con la zurda batió a Cuéllar. El cuarto, en un prodigio de eficacia de jugadores que exhibían su calidad ante un desconocido rival.

Se contabilizaban cuatro goles, pero podían ser... Jofre se internó por la derecha y el cancerbero desbarató el quinto. Otro balón que iba dentro. Fue su última acción porque acabó reemplazado por Llabrés.

La última media hora parecía sobrar. Aun así, Aitor García maquillaba el resultado con un tanto de Aitor García. Álvaro Sanz sustituyó a Gelabert, Roberto López y Manu García entraron por Raul y Pinchi. Era muy abultada la diferencia en el marcador como para sufrir agobios. Pero los hubo. De nuevo Aitor puso el 3-4 en el 91. Hubiera sido demasiado perder la ventaja. Zancada hacia la permanencia.

Sporting: Cuéllar; Guille Rosas (Pol, m. 79), Insua, Marsá, Cote; Otero, Pedro Díaz, Rivera (Varane), Queipo (Jony, m. 66), Milovanovic (Jordan, m. 80) y Cristo (Aitor García, m. 57).

Mirandés: Herrero; Juanlu, Beñat Prados, Álex Martín, Barbu, Salinas; Oriol Rey, Gelabert (Álvaro Sanz, m. 73); Jofre (Llabrés, m. (Manu García, m. 82) y Raúl García (López (m. 82).

Goles: 0-1, m. 11: Salinas; 0-2, m. 25: Jofre; 1-2, m. 36: Pedro Díaz; 1-3, Pinchi: m. 48; 1-4, m. 55: Juanlu; 2-4, m. 81: Aitor García; 3-4, m. 91: Aitor García.

Árbitro: Guzmán Mansilla amonestó con tarjeta amarilla a los locales Otero y Jordan.

Incidencias: 16.472 espectadores en El Molinón; 200 de ellos rojillos.