Test de personalidad para el Mirandés en el retorno de Alessio Lisci a su casa

«Hemos intentado, en dos días de entrenamientos, trabajar para ver cómo podemos estar más cómodos contra el Levante. No vamos a cambiar mucho respecto a los últimos partidos porque no ha habido tiempo para más», iniciaba el técnico romano en la previa del duelo.

Con pocos minutos de margen para responder a las preguntas de los periodistas antes de emprender el viaje a Valencia, Lisci trató de radiografiar lo que espera del choque con los granotas, todo ello entendiendo que es una cita de alto nivel, un test de personalidad para ver en qué punto está parado el vestuario rojillo.

«Ya lo hicimos en Zaragoza y estuvimos muy cerca en Pucela. A ver si conseguimos hacer un partido completo en el Ciudad de Valencia para acercarnos lo máximo posible a puntuar», evaluaba. En esta línea, el italiano ve en su rival «un equipo de un nivel muy alto con jugadores muy buenos. Tienen un bloque de jugadores que han jugado muchos partidos en Primera División y, además, tienen mucha posibilidad de cambiar el partido desde el banquillo porque tienen muchos jugadores con diferentes perfiles en la parte de arriba».

Ante tal escenario, se antoja fundamental «saber responder a cualquier cambio que puedan plantear ellos». El Levante, un cuadro «con mucho pie y muchos jugadores de mucha calidad en el centro del campo, que pueden jugar por dentro», se ubica en la zona alta de la tabla y está llamado a pelear por el ascenso después de que, el pasado curso, se le escapase en el último suspiro con el Deportivo Alavés.

Como gran conocedor de la actualidad levantinista, Lisci subrayó en la sala de prensa de Anduva que «me preocupan muchas cosas del rival, pero su gran fortaleza es cómo utilizan a sus dos delanteros. Los tienen siempre en los pasillos, te buscan el espacio cuando saltas y en transición siempre los buscan porque no repliegan. Además, tienen mucha calidad por dentro también. Habrá que tener mucho cuidado porque es un equipo que puede ser vertical y también llevar el peso del encuentro, tienen muchos registros».

Asimismo, también cabe destacar que, a nivel estadístico, el Levante nunca ha sido un buen cliente para el Mirandés. Ambas escuadras se han enfrentado en cuatro ocasiones y, en tres de ellas, el triunfo cayó del lado levantinista. Los rojillos, por su parte, sólo han ganado una vez a los de Orriols, tuvo lugar el pasado 17 de abril en Valencia, por 1 a 2.

A todo esto hay que sumar el cansancio acumulado por el partido copero en Utebo. «El partido del otro día fue de baja intensidad si lo comparas con los de Liga. Los números físicos de los jugadores, incluyendo prórroga, no llegaban a los de un fin de semana en 90 minutos. Pero son muchos minutos en las piernas y me preocupa, alguno tendrá que hacer un esfuerzo y podrá recuperar la semana que viene».

Por último, en cuanto a las bajas, destacó que la ausencia de Oriol Rey en los locales «es muy importante» ya que «es el que estaba ordenando todo y dando una salida fluida en el inicio de temporada». Por otra parte, Nikita Iosifov no ha viajado a Valencia por «una lesión muscular derivada de un fuerte golpe que recibió en Utebo. Esperamos recuperarlo para la semana que viene».