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Toni Caballero
Miranda de Ebro
Martes, 21 de febrero 2023, 00:01
El buen trato de balón impera en un sistema rojillo que lleva implantado en Miranda desde la vuelta del club a Segunda. Con mayor o menor predilección por mantener la posesión del esférico, las plantillas mirandesistas acostumbran a contar con jovenes perlas que necesitan de mucho balón para desplegar todo su potencial, y el proyecto actual no es una excepción.
En este contexto, el equipo de Etxeberria es el duodécimo que más pases ha completado con éxito en lo que va de competición, 10.811 concretamente, promediando una media de 386 por partido. Andorra lidera esta tabla con 592 combinaciones, más de 200 más que el Mirandés, en gran parte por el trabajo de Eder Sarabia desde el banquillo; y cierra la clasificación la SD Huesca del Cuco Ziganda, con 289 pases completados.
El Mirandés se vale de un juego combinativo para desplegar el grueso de sus virtudes sobre el césped pero trata de hacerlo lo más verticalmente posible apoyado, en gran medida, por las piezas de segunda línea que se suman al ataque. Anduva suele ser un factor determinante para encontrar ese desborde, bien desde el interior con el nexo de Gelabert y Roberto López, o por banda con Pinchi o los carrileros Juanlu y salinas. Sin embargo, el equipo parece diluirse cada vez que actúa a domicilio y un gran porcentaje de las combinaciones acaban sin llegar a un destino claro.
De nada sirve completar cerca de cuatro centenares de pases en un encuentro si al menos una parte de estos no logra saltar líneas rivales. Es entonces cuando entra en juego el talento individual de cada jugador para desbordar y crear superioridades y, este año, el cuadro mirandesista no cuenta con demasiados especialistas en el área.
Con la marcha de Marcos Paulo en el mercado de invierno, la plantilla rojilla carece de esa figura de regateador nato, como pudiera serlo Hassan el pasado curso. Pinchi y Jofre ofrecen desborde gracias a su velocidad, al igual que Salinas y Juanlu cuando se suman al ataque: también Gelabert en base a su gran manejo del esférico, pero ninguno de ellos se caracteriza por su uno contra uno.
El cuadro de Anduva ha completado 180 regates con éxito esta campaña, una media de 6,4 por partido disputado. Es el decimocuarto equipo que menos desborda del torneo local, un factor que pone muy cuesta arriba una posible reacción cuando el marcador arroja un resultado en contra, como en Tenerife.
El cuerpo técnico es consciente de ello y trabaja en la verticalidad del equipo, tanto colectivamente a través de las combinaciones en profundidad como en el uno contra uno individual necesario para desequilibrar encuentros enmarañados.
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