La plantilla aprecia progresión

Es lo que destacan los protagonistas después de caer frente al Espanyol, en la segunda derrota consecutiva, aunque esta vez fue como consecuencia de un solitario gol logrado, para más inri, por el exrojillo Jofre. «El equipo compitió bien. Dio la cara. En defensa concedimos muy poco, aunque es verdad que en ataque faltó soltura y aprovechar las ocasiones que tuvimos. Nos han faltado matices con el balón», señala Pablo Ramón, el central cedido por el Real Madrid, titular por primera vez en el Mirandés.

Ha habido de todo y de todas las caras en los tres encuentros de competición disputados por el equipo dirigido por Lisci. En el primero, pleno de efectividad en la victoria por 4 a 0 frente al Alcorcón. En el segundo, una salida titubeante y la endeblez defensiva del colectivo propició que al descanso se llegara con un desfavorable 3-0, marcador que sería el decisivo. Esta vez, no hubo tantos a favor.

Tampoco este pasado domingo, cuando el Mirandés esperó en su campo a los blanquiazules para cortarles cualquier vía de penetración. Si bien, la producción atacante fue prácticamente nula al no registrarse ni tiros ni ocasiones dignas de mención como para haber merodeado el gol.

El propio entrenador reconoció al final que quedaba trabajo por delante para conseguir el tan demandado equilibrio, la principal misión de cualquier entrenador. Combinar los aspectos defensivos y ofensivos de tal manera que el equipo salga ganando en resultado y sensaciones.

Sabido es que al Mirandés le cuesta más que al resto de rivales lograr este propósito porque cuenta con un bloque completamente nuevo cada campaña – y muy joven– y tarda más tiempo en ensamblar las piezas, de lo que se trata es de ir evolucionando cada semana, cada partido. Desde el vestuario, en este sentido, confiesan que se aprecia una evolución del grupo.

«Es la línea a seguir. Compitiendo así las cosas saldrán. El equipo está bien y los resultados llegarán», sostiene el defensa. Entiende que van por el buen camino, pese a la derrota encajada ante uno de los grandes de Segunda, el máximo favorito para volver a Primera por la vía rápida.

«Nosotros intentamos dar lo máximo. Presionamos más al final, pero no pudo ser. Sabíamos el rival al que nos enfrentábamos y los jugadores que tiene. Y vimos que una individualidad desequilibró el partido», mantiene.

Respecto a sus sensaciones después de las primeras semanas en Miranda y de formar parte del once inicial por primera vez, revela que «me he sentido bien. Me falta coger un poco más de ritmo. Mi adaptación ha ido bastante bien y fue fácil llegar a Miranda. La gente ha estado espectacular. Su calor se nota y solo quiero dar las gracias a la afición».

Diego Moreno, por su parte, hace hincapié en que «sólo nos faltó meterle más velocidad arriba y defensivamente, a pesar de que tuvieron el dominio no sufrimos; nos faltó el último pase en tres cuartos». El lateral expone que «fuimos de menos a más, vamos a plantar cara a todos, todavía tenemos que conocernos bien, queda un mundo por delante y tenemos que ir a Huesca a aprovechar la nueva oportunidad».

Juan María, inquilino del otro lateral, dice «estar seguro de que este es el camino a seguir, todo llegará».