Terrazas subraya que «mis detractores me han llamado de todo, pero nunca vago»

El técnico rojillo, no obstante, confiesa que no le quita el sueño este hecho, sino que la solución a esta deficiencia hay que buscarla desde la insistencia. «No estoy preocupado por los resultados fuera de casa; la verdad es que soy una persona que no me preocupo por nada, sino que me ocupo de intentar buscar una solución desde el trabajo».

Admite, en este sentido, que «mis detractores me han llamado de todo, pero vago nunca, ni mis detractores más acérrimos; algunos, incluso, me dicen que trabajo demasiado, me caracterizo por ocuparme no por preocuparme, porque pienso que eso no lleva a ningún sitio y sí en cambio se pueden conseguir los objetivos con el trabajo».

El Mirandés ha logrado enderezar el rumbo en Anduva, donde en los tres últimos partidos ha conseguido siete puntos. Tal es así que el entrenador reconoce que «confío plenamente en que en casa vamos a ser un equipo duro, difícil de batir, que vamos a hacer goles y a sacar muchos puntos, pero tenemos que demostrar que fuera también podemos hacerlo».

¿Cómo se consigue? Terrazas aplica, de nuevo, su máxima. «El ritmo de juego». Insiste en que «fuera nos está costando más hacer puntos, el contrario lleva más la iniciativa, marca el ritmo del juego; en casa, lo estamos haciendo bastante bien, fuera nos está costando mucho más y eso es lo que tenemos que evitar».

Un adversario más estable

El rival y el campo son «exigentes, es una salida complicada», matiza el bilbaíno antes de apuntar que «el Las Palmas es ahora más consistente, es un gran equipo, uno de los aspirantes al ascenso y la verdad es que, a diferencia de años anteriores, es más estable y un rival al que cuesta más hacerle gol».

Tanto el conjunto canario como el último oponente, el Valladolid, son dos bloques en cierta forma similares. Responden al estilo que impera en la categoría de plata: sólida defensa, sin errores, y pegada arriba. «Valladolid y Las palmas son bastante parecidos, son dos de los consistentes de Segunda, categoría en la que hay un patrón de juego muy definido. El Las Palmas tenía una forma de jugar más sorpresiva e inestable, pero ahora es mucho más consistente».

También destacó la progresión que ha seguido su máximo artillero: Araujo. «Cuando llegó al Barcelona era todavía muy crío y poco a poco ha ido evolucionando. Son jugadores de calidad, con margen de mejora, que van desarrollando sus cualidades».