El mirandesismo se da una alegría en Anduva

Que los rojillos no querían cometer. Así transcurría un encuentro sin ocasiones ni llegadas claras para ninguno, aunque el único que lo intentaba era el cuadro de Etxeberria, cuyos jugadores sufrían las faltas de los rivales cuando éstos eran rebasados, sin que fueran objeto de cartulina. Minutos después, Raúl vio tarjeta, por una simple protesta. Nada nuevo por Anduva.

El Burgos esperaba atrás. Había que tener paciencia. Mucha, para derribar la muralla. De hecho, el único tiro en los primeros 25 minutos fue del foráneo Matos y desde más de cuarenta metros.

Hasta la media hora no chutó el cuadro jabato entre los tres palos, después de una apertura de Raúl a Roberto López; éste le devolvió el pase y sin parar, el pichichi remató para que blocase Caro. Lo que repitió un par de minutos después tras un tiro de Pinchi.

Sin tantos se llegó al descanso entre un Mirandés que fue el único que lo intentó, pero se topó con un muro formado por unos futbolistas que no se amilanaban, ni mucho menos, a la hora de impedir los avances mirandesistas.

Beñat saltó al campo tras el descanso pero antes de que se señalara el inicio del segundo tiempo fue reemplazado por Michelis mientras el meta rojillo recibía los improperios de la que fue su afición la temporada pasada. Desde megafonía se pidió a la afición visitante que se abstuviera de escupir. Tenían al lado a Herrero. Lo que se preveía.

El Burgos apenas llegó en la primera mitad a los dominios de Herrero, pero en su primer acercamiento en la segunda Curro Sánchez adelantó a su equipo con un chut con la pierna izquierda desde fuera del área.

No merecía tanto castigo por parte de un conjunto que se dedicó a defender. El fútbol, en este caso, fue justo con el Mirandés porque en la jugada siguiente, quién si no, Raúl García restableció la igualada. Eso sí, con incertidumbre porque revisaron la acción en el VAR, que tampoco dijo nada ante un posible penalti sobre Pinchi.

El bloque rojillo quería más. Juanlu está en un momento extraordinario y lo demostró una vez más. Una arrancada suya por el perfil diestro sirvió para ceder a Raúl. Se hizo hueco en la frontal y se marcó un latigazo para hacer el segundo y remontar el encuentro. El pichichi, decisivo.

El balón se iba a poner en juego cuando el portero rojillo mostró al árbitro un mechero lanzado desde el fondo visitante. Acto seguido, recibió más. El colegiado paró el partido y el 'speaker' avisó de que había riesgo de que los jugadores se retirasen. Anduva respondió como antaño, con una monumental bronca dirigida hacia los hinchas foráneos. Mal está que el cancerbero se sienta visitante en Anduva durante un tiempo, con todo el fondo en contra, pero lo del lanzamiento de objetos no se puede permitir.

El Burgos dominó en los últimos compases. Reapareció Gelabert, jugó David Vicente, Navas de pivote y hubo 8 minutos de prolongación. No sucedió nada más. Tres puntos para sellar practicamente la permanencia y en el duelo provincial.

Mirandés: Herrero; Juanlu (David Vicente, m. 75), Beñat (Michelis, m. 46), Martín, Barbu, Salinas; Oriol Rey, Álvaro Sanz (Raúl Navas, m. 90); Roberto López (Gelabert, m. 75), Pinchi (Jofre, m.81 )y Raúl García.

Burgos: Caro; Areso, Aitor Córdoba, Goldar, Zabaco (Hernández, m. 67), Matos (Fran García, m. 67), Curro Sánchez, Mumo (Marino, m. 86), Álex Bermejo (Valcarce, m. 77), Raúl Navarro y Sergio Castel (Mourad, m. 77).

Goles: 0-1, m. 48: Curro; 1-1, m. 49: Raúl García; 2-1, m. 59: Raúl García.

Árbitro: El andaluz Guzmán Mansilla amonestó con tarjeta amarilla a Raúl García, Beñat, Juanlu, Sanz y a los visitantes Bermejo, Mumo, Raúl Navarro y Curro.

Incidencias: 4.754 espectadores se dieron cita en Anduva. Aficionados visitantes tiraron mecheros al portero rojillo Alfonso Herrero