El Mirandés se mide a un rival con gusto por el buen trato del esférico

El campo de Santa Ana se prepara para acoger una auténtica fiesta del fútbol con la visita del Mirandés. Con motivo de la primera ronda de la Copa del Rey, el sorteo celebrado en Las Rozas quiso que el equipo de Miranda se desplazará Ebro abajo hasta tierras colindantes con Zaragoza. Los locales, dirigidos por Juan Carlos Beltrán tienen ganas de volver a vivir la emoción del torneo del Ko, tras caer el año pasado ante el Mérida en los penaltis.

El objetivo del cuadro local es disfrutar el propio encuentro y tratar de competir de tú a tú ante un equipo de dos categorías más. Sin embargo, tratarán de imponer su ritmo y sus condiciones, todo ello aprovechando que se juega en su terreno.

El Utebo no es un equipo que desprecie la posesión de balón, aunque todo apunta que, con el Mirandés, el planteamiento podría variar hacia un juego más directo. La hierba artificial y las dimensiones del feudo aragonés también hacen presagiar que habrá un elevado número de faltas y centros al área.

Por su parte, el Mirandés llega a Utebo con la intención de pasar de eliminatoria y, sobretodo, no volver de Aragón con más lesionados. Lisci y su cuerpo técnico priorizan la Liga, pero el reto copero también servirá para realizar probaturas y dar minutos a los jugadores más descansados.

Asimismo, cabe destacar que el Utebo ya sabe lo que es jugar la Copa del Rey, pues ya la ha disputado en más de una ocasión, cayendo el año pasado ante el Mérida, o en la temporada 2007/08, cuando se enfrentó al Valle de Egües (actual rival del Teruel) y cayó por 1-2.

Se trata de un partido trampa para los rojillos, tanto por intensidad como por motivación de los jugadores locales, en el que el oficio y la calidad de los futbolistas jabatos deberán desnivelar una contienda que se presume física.