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María Ángeles Crespo
Lunes, 14 de agosto 2023, 22:58
¿Como jugará este nuevo Mirandés?, ¿ilusionará la propuesta de Alessio Lisci?, ¿tocará sufrir?, eran preguntas que, lógicamente se hacían muchos de los que ayer acudieron al municipal de Anduva con renovadas ilusiones para ver el arranque de la primera jornada de esta temporada en la que los rojillos culminarán la décima campaña en la División de Plata. No podía haber respuestas tajantes para todas porque noventa minutos no dan más que para ver pinceladas, pero si pudo decirse tras este primer choque de la Liga que el conjunto rojillo, aún en construcción, ilusionó.
Lo de ver ganar en el estreno al Mirandés no era una circunstancia a la que estuvieran acostumbrados los incondicionales de Anduva y ayer no sólo venció el conjunto rojillo sino que, además el contundente 4-0, con goles de bellísima factura, como el tercero que hizo Gabri y de gran calidad en los dos que colocaron a Carlos Martín como el primer Pichichi, hizo que pudieran disfrutar con lo que se vio sobre el césped de Anduva.
Hay que tener los pies en el suelo y no pensar que por este gran marcador el Mirandés se va a pasear en la categoría, no, pero es importante que las sensaciones sean buenas, como lo fueron y que se viera a un equipo peleón, trabajador y ambicioso.
El choque arrancó con los dos equipos intentando coger la manija y quien primero lo logró fue el Mirandés que en una de las cabalgadas de Gabri por su banda propició que llegará el penalti que le hizo Víctor. Lo lanzó Gabri y llegó así el 1-0; se abrió la lata y si los de Lisci tenían algunos nervios, el tanto hizo que se aplacaran definitivamente.
Los de Anduva se pertrechaban bien atrás y buscaban los errores del rival para lanzar rápidas contras, como la que surgió tras el robo de Reina en la medular que envió un gran pase a Carlos Martínez que controló el cuero con tranquilidad y aprovechó la falta de entendimiento entre el meta visitante y su defensa para batirle y hacer que subiera al electrónico el 2-0, marcador con el que se llegó al descanso.
Mala salida
Tras el paso por vestuarios la vuelta al césped hizo pensar que las cosas no iban a resultar tan plácidas. En el Alcorcón entró Addai y su potencia y determinación hizo recular a los rojillos que en los diez primeros minutos del segundo acto estuvieron timoratos en defensa y sin capacidad para recuperar la bola y salir de su campo. Sufría el equipo y lo hacía la grada. El arquero rojillo impidió que el exmirandesista Álex López acortara distancias y poco a poco se fueron desinflando los alfareros. Y lo hicieron definitivamente después de que Gabri consiguiera poner en pie a Anduva para celebrar el golazo, no puede ser definido de otra manera que logró Gabri tras una galopada que inició en campo propio.
El 3-0 que llegó en el minuto 58 dejaba el partido sentenciado porque los amarillos, aun sin tirar la toalla, no acababan de conseguir frenar al Mirandés que convertía en gol todo aquello que llegaba con peligro a la portería de Jesús.
El marcador era bueno pero los rojillos demostraron que tenían ambición. Con tranquilidad en la zaga intentaban buscar la manera de aumentar la renta y lo consiguieron en el minuto 78 después de que Gabri, protagonista en 3 de las cuatro jugadas de gol asistiera a Carlos Martínez para que con la sangre fría de un veterano hiciera el definitivo e ilusonante 4-0.
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El Diario Montañés
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