Lisci cree que el Mirandés «regaló y tiró los tres puntos»

Lamentó que después de adelantarse, de que «estuvieran ellos un poco idos, la afición se les estaba poniendo en contra pero nos han marcado los dos goles; hemos tenido después la fuerza de empatar, pero hemos regalado otra vez un punto porque el tercer gol es evitable, no se puede encajar porque es muy fácil de defender y no lo hemos defendido».

Subrayó que había interpretado «muy bien» el equipo la contención ordenada, pero otro encuentro que encaja tres goles. ¿Qué reflexión hace?, le preguntó EL CORREO. «Que es un partido diferente, nos hemos enfrentado a un rival que tiene muy buenos delanteros. Tiene el noventa por ciento de futbolistas que son de Primera División, están en Segunda por circunstancias pero, aun así, hay que hacer más».

Admitió que «es lo de siempre; los detalles se vuelven en nuestra contra. Si analizamos todo, ¿cuántas ocasiones ha tenido el Valladolid? Es que cada ocasión que tiene el rival es gol. Llega un punto que esto debe cambiar porque cada oportunidad es un gol en contra».

El preparador romano achacó el tramo final del encuentro, donde recibió las tres dianas, que «cuando el rival te marca un gol, se viene hacia arriba, se enciende todo el estadio y no es fácil. El segundo gol es el más difícil de defender porque es un acierto del rival, pero los otros dos, el primero y el tercero, son evitables. Hay que seguir trabajando, trabajando y trabajando, no conozco otra cosa». Aseguró que «hemos dado la cara ante un equipazo, estamos jodidos, pero el equipo ha hecho ochenta y pico minutos muy buenos».

El Mirandés esperó al rival en su terreno de juego y, salvo en los cinco primeros minutos del segundo tiempo, apenas salió en tres ocasiones (máxima efectividad). Perdía muy pronto el balón y sólo se encargaban de lanzarlo lejos. ¿Puede ser uno de los factores que provocó la remontada del adversario? «Esa defensa nos ha permitido llegar al minuto 83 vivos. El día de Zaragoza estuvo bien porque ganamos. Jugamos en casa, vamos para arriba, no va bien; vamos en bloque bajo, tampoco va bien... Dónde estemos, no estamos bien. Hay que valorar muchas cosas, si venimos aquí a apretar, en las segundas jugadas nos destrozan, no podemos hacer un encuentro diferente a nivel defensivo. Sí que teníamos que haber tenido más tranquilidad con el balón, pero de lo otro son charlas de cafetería y nosotros somos profesionales».

Lisci se decantó por Ramón Juan. ¿Por qué y que le pareció su actuación? «Bien, ha dado tranquilidad, ha parado la única que podía parar, que ha sido el disparo de Escudero de lejos y por suerte, la que se ha caído ha sido capaz de arreglarla».

Firmó «un buen partido. Estamos contentos con él, como lo estamos con Luis. Hoy le ha tocado a él; el fin de semana que viene...».

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Pezzolano aseguró que se siente «avergonzado de que se cante contra los brasileños»

Paulo Pezzolano ha querido iniciar la rueda de prensa con una alocución en la que ha criticado los cánticos que se han escuchado desde parte de la grada pidiendo la salida de los brasileños del club. «Me avergüenzo de ellos. Yo soy un trabajador del Real Valladolid y todos damos lo máximo por el Real Valladolid: aficionados, jugadores, el dueño; hoy me dio tristeza que se cante lo de 'fuera los brasileños'. Aquí todos somos parte y es un daño interno que se hace muy grande. Y no saben lo que lleva eso. Hay gente que canta sin darse cuenta, porque acompaña el canto. No son cantos productivos».

Ya sobre el encuentro indicó que los futbolistas del Mirandés «se acumularon muy bien atrás, con las líneas juntas. No es fácil atacar una línea así de baja. Ellos entraron más activos en el segundo tiempo y llegó el gol en contra. Luego, paciencia, la mente fría, tranquilidad... al equipo no se le veía mal. Estos jugadores se merecían ganar este partido. Se están dejando todo por el club. Son tres puntos valiosos y espectaculares. Tuvimos más volumen de juego».

Para el uruguayo, su equipo «tiene mucho compromiso y eso se trabaja. La responsabilidad se trabaja. Es un equipo muy comprometido. Llegan a entrenar dos horas antes. Tienen que respetar la institución. Y esos detalles se ven».