«En un grandísimo partido, acabamos pidiendo la hora»

«Íbamos por delante en el marcador y hemos seguido y seguido; hemos hecho cuatro goles fuera de casa, algo que es muy difícil y podíamos haber hecho incluso alguno más, pero de todo se aprende. En Segunda, hasta que no pita el árbitro puede pasar cualquier cosa», recordó el preparador mirandesista después de ver con satisfacción el juego que había plasmado su equipo y de sufrir en los instantes finales.

¿Había notado frustración en el Sporting?, se le preguntó tras el choque. «Somos conscientes de que este club tiene muchísima masa social y, evidentemente, El Molinón te aprieta y te exige, pero creo que ha sido todo mérito del Mirandés».

El elgoibarrés apuntó que «sabíamos que con Cristo iba a jugar en tres alturas por dentro. Nosotros hemos intentado neutralizar eso y aprovecharlo con nuestra presión, con la presión de Prados también y se han visto sorprendidos. A partir de ahí, con nuestros robos hemos ido llegando y marcando goles. No ha sido demérito del Sporting».

Explicó, en este sentido, que el rival «te empuja en su casa y hemos cortado muy bien sus vías de acceso». El Mirandés –prosiguió– «ha sido mejor en un partido que con 1-4 estábamos muy bien, pero la Segunda División tiene esto».

Podía haber sido una goleada de escándalo porque si los mirandesistas hicieron cuatro goles dispusieron de otras tantas acciones muy claras para ampliar esa cifra de tantos. Al final, el electrónico reflejó un exiguo 3-4. «Teníamos un plan y ha salido», añadió.

Etxeberria insistió en que «a pesar de estar haciendo un partido muy bueno, hemos acabado pidiendo la hora por cómo empuja El Molinón y por la calidad que tienen los jugadores del Sporting. Puede pasar lo que ha pasado. Pero más allá de ese sufrimiento final, haciendo una lectura del juego, el Mirandés ha estado a un grandísimo nivel. Sin embargo, la camiseta del Sporting pesa mucho, por el prestigio y porque es un club de Primera División que está por circunstancias en Segunda y eso, también pesa».

El conjunto rojillo huye de la zona roja. Aunque todavía faltan once jornadas, da un paso de gigante en una zona en la que hay muchos históricos en el fútbol profesional en la 'pomada' para evitar el descenso. «Lo mismo que con el margen sobre el descenso, podemos poner de ejemplo el partido de hoy. Parecía que el Mirandés iba a ganar con mucha facilidad. Evidentemente, donde estamos ahora es una posición bastante buena, pero once partidos en Segunda es un mundo».

Tiene claro que «aquí no te puedes relajar nunca, ni lo más mínimo. Incluso, equipos que estaban mirando hacia arriba, en mitad de tabla, se están viendo ahora en problemas. Recibimos al líder el lunes en Anduva y hay que hacer bueno este triunfo ganando al Eibar», remarcó.

Antes de indicar que la clave del éxito que ahora saborea el Mirandés ha sido la confianza y la humildad. «Hemos estado últimos y con malas sensaciones, sabemos lo que es, pero todos hemos creído en todos y por ese camino, tenemos ahora 40 puntos».