Sin despojarse del disfraz de víctima a domicilio

La convocatoria que el Mirandés hizo pública en sus medios oficiales el mismo sábado por la mañana presentaba la ausencia de Navas. El jugador, que sigue desde hace meses un plan específico de recuperación entre semana, esta vez no llegó al encuentro tras perderse los entrenamientos de los últimos días.

La alineación incluía, asimismo, variantes. Etxeberria jugó con dos delanteros: Pinchi y Raúl García en lugar de hacerlo solo como referencia con el futbolista cedido por el Betis. Ambos caían de forma constante a las bandas. El dibujo, un 5-3-2. Mantuvo los tres centrales. Michelis volvió al eje de la zaga junto a Álex Martín y Barbu, con Juanlu y Salinas como carrileros. Álvaro Sanz, tras debutar contra el Villarreal B, jugó por primera vez desde el pitido inicial en una medular formada, además, por Beñat Prados y Gelabert.

Las ocasiones más claras empezaron a caer del lado de los locales (se plantaron con un 4-4-2) a causa de las pérdidas de balón protagonizadas por los rojillos en el centro del campo. Nacho, solo en el punto de penalti, no concretó y Sipcic, después, remató de cabeza fuera cuando se encontraba enfrente de Alfonso.

El Mirandés no llegaba a los dominios de Soriano con peligro. Cuando se acercaba a las inmediaciones del área quedaban abortadas sus aproximaciones. Salvo en una buena acción de Raúl, pero rizó el rizo y se entretuvo después de firmar dos recortes de mucha calidad.

Con el paso de los minutos, sin embargo, el ritmo de los chicharreros decayó. Cada vez tenía más controlado el duelo el bloque de Etxeberria, que se fue asentando, pero las pérdidas no forzadas impedían generar oportunidades de gol. Hasta que en el 34, la insistencia de Salinas en campo contrario permitió la asistencia a Gelabert, quien se hizo hueco en la frontal y chutó un balón que iba a gol. El córner fue rematado con la testa por Álex Martín, que cogió bien colocado otra vez al meta tinerfeñista.

El Mirandés fue de menos a más. Tras unos comienzos titubeantes, se hizo con las riendas del partido. Cada vez que Gelabert (ejerció de capitán) entraba en contacto con la pelota pasaban cosas. Todos los jugadores, en definitiva, iban creciendo. Acabaron mejor que el adversario la primera mitad. Exhibían más ideas arriba y replegaban mejor que al principio, siempre con el argumento de presión tras pérdida, que el entrenador mirandesista no dudaba en aplaudir desde la banda en cada acción.

Ramis, técnico de los anfitriones, movió el banquillo en el descanso al dar entrada a Alexandre y Elady. No le gustó como terminaron los suyos el primer periodo. El segundo, no obstante, arrancó igual que el anterior: con una oportunidad muy clara para los blanquiazules a los 30 segundos. Su capitán Aitor Sanz, llegando desde atrás, tiró fuera por poco.

Había que aguantar el arreón del rival en los minutos iniciales. El Tenerife tenía el cuero, si bien Pinchi avisó mediante una buena contra que no encontró el destino deseado. En el saque de esquina, a través de una jugada de pizarra, Juanlu lanzó desde lejos con mucha intención. Otra vez se sacudía el dominio del contrario.

Poco sucedía sobre el verde en cuanto a ocasiones de uno y otro. A falta de 20 minutos para el final se sumó Roberto López, en este choque suplente al cambiar Etxeberria de dibujo. Se ubicó escorado en el perfil diestro.

Cualquier fallo podía decantar el duelo para uno de los dos. Como así fue. En una llegada esporádica de los canarios, Álex Martín salvó desde el área pequeña un balón que se colaba en la portería. David Vicente reemplazó al amonestado Juanlu en el lateral y en apenas unos segundos sobre el césped firmó la jugada polémica porque en un primer momento el defensa fue expulsado por cometer penalti (dudoso). Se le retiró la roja al ser avisado el árbitro Busquets Ferrer desde el VAR. Se quedó en amarilla y la pena máxima la transformó Borja Garcés. Jofre entró en el tramo final, pero el Mirandés no creó peligro.

1-0 y nueva derrota a domicilio. Sigue la asignatura pendiente.

Los detalles

Gelabert fue el capitán de un bloque jabato, que sigue sin ganar lejos de su campo desde diciembre, en el único partido que lo consiguió (ante el Racing).

Tenerife: Soriano, Mellot (Aitor Buñuel, m. 81), Sipcic, León, Nacho; Teto (Alexandre, m. 46), Aitor Sanz, José Ángel (Elady, m. 46), Waldo (Mo Dauda, m. 70), Iván Romero (Borja Garcés, m. 64) y Enric Gallego.

Mirandés: Alfonso Herrero; Juanlu (David Vicente, m. 75), Álex Martín, Barbu, Michelis, Salinas; Beñat Prados (Jofre, m. 81), Álvaro Sanz (Roberto López, m. 69), Gelabert, Pinchi y Raúl García.

Goles: 1-0, m. 79: Borja Garcés (penalti).

Árbitro: El balear Busquets Ferrer amonestó con tarjeta amarilla a los locales Teto (m. 40), Aitor Sanz (m. 54), Waldo (m. 67), Elady (m. 74) y a los mirandesistas Juanlu (m. 71), David Vicente (m. 77).

Incidencias: 12.363 espectadores, menos de los que, a lo largo de la semana, preveían reunir en Tenerife, en plenas fiestas de Carnaval.