El cuadro rojillo pierde profundidad y sus disparos a puerta descienden a la mitad

Lo que se puede asemejar a una afirmación estándar dentro del ámbito futbolístico, rozando el tópico, tiene su base estadística. Y es que, actualmente, el cuadro de Anduva ha reducido su producción ofensiva en campo contrario de manera sustancia. La sala de máquinas continúa ganando duelos al contrario, 21 a 11 contra los pepineros; pero encadenan dos jornadas sin encontrar lineas de pase para habilitar al os atacantes.

El Mirandés ha disparado a puerta en 110 ocasiones en las 29 jornadas que lleva disputadas, lo que nos deja una media de 3,8 tiros entres los tres palos por partido. Asimismo, también prueba suerte casi 4 veces por encuentro y el esférico acaba marchándose lejos de la portería rival. Sin embargo, tanto en Tenerife como en la cita con el Leganés, los rojillos no alcanzaron sus cifras de producción habituales.

El cuadro de a orillas del Ebro sólo protagonizó 2 tiros a puerta contra los madrileños, la mitad de lo que acostumbra a generar, y también probo suerte con 4 disparos que se marcharon fuera.Pero más allá de la estadística de los disparos, que no es sino una pincelada más dentro del cuadro general que refleja el bloqueo ofensivo que atraviesa el equipo, la sensación de peligro por parte de los locales fue prácticamente inexistente.

Por su parte, ante el Tenerife, el equipo de Etxebe disparó a puerta 2 veces y fuera, hasta 7; una producción más acorde y con grandes ocasiones mediante, pero sin puntería. Sin embargo, los tinerfeños fueron capaces de llevarse el choque con hasta 12 disparos.

Hasta la fecha, los de Miranda son el séptimo equipo que mas dispara a puerta de Segunda División, lo que habla del gran trabajo que se ha realizado en el plano ofensivo en la presente campaña. Los rojillos contaban con un gran juego interior para romper líneas, con la asociación de Oriol, Gelabert y Roberto López; así como con la proyección exterior de Salinas, Juanlu y las caídas de Pinchi. Pero la maquinaria ni siquiera ha arrancado en las últimas semanas, cayendo en un efecto embudo importante.

Esta tesitura está afectando especialmente a Raúl García de Haro, el killer mirandesista con 11 goles hasta el momento, que lucha en solitario por generarse situaciones de peligro ante la falta de avituallamiento de balones por parte de la segunda línea. Para ponerlo en contexto, los jabatos disparan a puerta sólo 1 vez menos que el líder, la unión Deportiva Las Palmas, en lo que va de curso; pero esta versión ofensiva parece haberse esfumado. Únicamente con el Villarreal B, ante los cuales se disparó en 12 ocasiones a puerta y 8 fuera, se pudo ver un Mirandés comparable al de la primera mitad del torneo local.

Ante el Real Oviedo, el cuadro de Anduva volverá a disponer de una nueva oportunidad para destrabar el bloqueo en ataque. Los últimos metros se han tornado en una escarbada cuesta arriba en las últimas dos semanas, todo ello acrecentado por el bajo momento de varios jugadores diferenciales de la partida. El sábado, un rival rocoso y necesitado de puntos aguarda en el campo rival a la espera del arsenal rojillo.