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Ángel Garraza
Viernes, 21 de abril 2023, 00:03
Hablar con Núñez y Rodri es respirar mirandesismo. Es retrotraerte varias décadas y recordar tiempos pasados, que permanecen en la memoria colectiva rojilla porque los dos, y otros compañeros, contribuyeron a que el Mirandés sea lo que hoy es. Los dos nacieron en Burgos hace 44 años. Respetan al club de su ciudad natal, pero ante el duelo del domingo no tienen dudas sobre sus preferencias: el sentimiento es rojillo. No en vano, entre los dos suman 16 temporadas en Miranda.
–¿Qué hacen actualmente Rodri y Núñez?
–R. M. Trabajo en Burgos, cuando estuve en Miranda ya sabía que me tenía que orientar de cara a un futuro profesional porque el fútbol dura lo que dura. Ahora soy socio de una empresa en la que llevo comunidades de propietarios y temas de Iberdrola. He tenido la suerte de tener una niña, que es mi otra ocupación, la más importante.
–Á. N. Trabajo en lo que me formé, que es de arquitecto técnico. Y dedico más tiempo a la familia. Tengo dos hijos, un niño de cuatro años y una niña de dos. Consumen cien por cien el tiempo libre, jejeje.
–El domingo, un Mirandés-Burgos. ¿Cómo se ve por parte de dos burgaleses rojillos?
–R. M. Es un partido muy atractivo. Un derbi es especial, diferente y no cabe duda de que la categoría profesional es un aliciente. Los tiene todos. El Mirandés viene de una muy buena línea, más tras ganar al Levante y el Burgos está un poco peor. Que se viva un gran ambiente y no haya ningún altercado. Hay que entender que es un deporte. Lo primero es el espectáculo, ha costado muchos años estar a este nivel y hay que disfrutarlo. Y que se repita muchos años más.
–Á. N. Está al 50%, pero creo que el Mirandés, en casa y con la afición, si está tranquilo, ganará. Espero que saque los tres puntos.
–Con tantas páginas rojillas escritas, anda que si les pilla a los dos este partido en Segunda...
–(Risas) R. M. Ha cambiado todo mucho, jeje. Nosotros lo vivíamos también como un partido muy especial. Jugar, a nuestro nivel, ese tipo de encuentros era especial. Disfrutarlo en Segunda B en aquel momento era lo máximo. Ahora, están en un nivel mucho más alto, los clubes han evolucionado y mejorado en todos los sentidos. En nuestra época era lo mejor que nos podíamos encontrar en ese momento.
–Los dos, y otros compañeros, pusieron la primera piedra para ver después todo lo que se lleva viviendo en Miranda. Empezaron en el barro, pero contribuyeron, ¡¡y de qué forma!!, a que la entidad creciera hace veinte años sobre todo en masa social.
–Á. N. Ese es el sentimiento que vivimos. Estábamos en Tercera, en la liga riojana y navarra y cuando jugamos el 'play off' que acabó con el ascenso ante el Lemona, eso fue, bufff...Experimentó un cambio radical a partir de ahí.
–R. M. Sí, está claro que hay que pasar por fases para llegar hasta donde está ahora. Se han pasado muchas penurias, momentos más delicados y por eso, hay que darle la importancia que tiene. De la época que nos tocó vivir siempre sufrimos y ahora está un peldaño más arriba porque ha hecho las cosas bien y ha ido creciendo. La diferencia con nuestros años es abismal, pero los mimbres se pusieron hace tiempo.
–¿Qué recuerdos nos generan aquellos derbis?
–R. M. Recuerdo lo que movilizaba a nivel de afición. En Anduva estábamos mal acostumbrados, jejeje, porque siempre teníamos un apoyo terrible, el ambiente era excepcional en todos los partidos. Pero, además, me quedo cuando veníamos a jugar aquí a Burgos la gente de Miranda se movilizaba en masa y daba gusto ver el colorido que daba nuestra afición y estabas jugando fuera de casa. Yo siempre voy a decir que la afición del Mirandés es la mejor del mundo. Le gusta el fútbol y fuera de lo deportivo no le gustan los problemas.
–Á. N. Muchos. Algunos buenos y algún otro amargo, como cuando nos eliminaron en la Copa Federación. Pero se notaba que era un derbi porque había tensión deportiva y, sobre todo, buen ambiente en la grada. Es lo que debe prevalecer, que haya rivalidad sana, vidilla, sin consecuencias.
–Rodri sumó nueve campañas y Núñez, siete. Toda una vida de mirandesistas...
–Á. N. Sí. Allí he estado más de media vida. Es donde más tiempo he jugado, donde más ha calado el sentimiento de equipo y club y donde más me he dejado todo. A mí me tira más el Mirandés; lógico y normal.
–Ahora, años después, toca vivirlos desde fuera...
–R. M. Se vive el día que toca. En la ida fui a verlo a El Plantío, el resultado para el Mirandés no fue bueno y más por las circunstancias que se dieron, que se perdió en el último minuto. Como aficionado te revienta, te machaca. No es como antes, cuando lo jugaba, que el partido duraba 15 días: la semana de antes y la de después.
–¿Qué les parece el actual Mirandés?
–Á. N. Ha cogido la línea buena. Se va a salvar sin problemas. Me admira como lo está gestionando cada temporada con los recursos que tiene y cambiando el equipo cada verano.
–R. M. Tiene un gran equipo, confío y no hay dudas de su calidad. Muchos jugadores van a jugar en Primera, lo que ocurre es que el handicap que tiene cambiar de equipo tanto, hay veces que provoca que te cuesta más adaptarte. En la primera vuelta, les faltaban conceptos y ahora los tiene. La plantilla tiene una calidad terrible. Podría estar más arriba.
Álvaro Núñez. Siete temporadas. De mediocentro, disputó 245 partidos como mirandesista en Tercera División. Hasta la 2008/09. Tiene 44 años. Tiene dos hijos, un niño de 4 años y una niña de 2. Es arquitecto técnico.
«Es admirable cómo gestiona el Mirandés cada año. Ha cogido la línea buena. Se va a salvar».
Rodrigo mateos. Nueve temporadas. El central jugó como rojillo entre la 2001/02 y la 09/10; 279 encuentros (9 de Copa). Tiene 44 años. Tiene una hija de 2 años. Es socio de una empresa que gestiona comunidades de vecinos y otros servicios.
«Recuerdo, del derbi, lo que se movilizaba Miranda cuando veníamos a jugar aquí, a Burgos»
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