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El pichichi Raúl marcó gol tras siete meses sin ver puerta a domicilio. Laliga
Un botín tremendo para la salvación
Levante 1- 2 Mirandés

Un botín tremendo para la salvación

Los rojillos firman un encomiable trabajo defensivo y tiran de efectividad para lograr un triunfo que huele a permanencia

Ángel Garraza

Lunes, 17 de abril 2023, 23:12

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El Mirandés asaltó el Ciutat de València, un estadio de Primera y un rival que aspira al ascenso directo y se fue con una victoria por 1 a 2 que permite a los jabatos acariciar la permanencia. La roza con la yema de los dedos tras dar un golpe encima de la mesa ante el Levante con los tantos de Raúl García y Llabrés y un esfuerzo encomiable de todos sus futbolistas.

Roberto López en lugar de Jofre por el perfil diestro del centro del campo fue la novedad ante un rival plagado de hombres curtidos en el fútbol profesional: Campaña, Pepelu, De Frutos, el extremo belga Musonda... Y en el banquillo, los veteranos Iborra, Postigo o Soldado, entre otros. Dos conceptos diametralmente opuestos de concebir el fútbol en busca de los tres puntos que se fueron para Miranda.

Raúl estuvo cerca de hacer valer su presión sobre el guardameta Femenías porque cuando el cancerbero golpeó para sacar el balón, el rebote a punto estuvo de propiciar que el cuero se colara dentro de la portería del Levante.

El Mirandés entró bien al encuentro; sin complejos para mover la pelota y sólidos y con ayudas en labores defensivas. No se reflejaba sobre el césped la teórica superioridad de los locales. Había, eso sí, que llegar más arriba, tener más acierto en el último pase una vez que los jugadores se plantaban en la línea divisoria. Oriol Rey y Álvaro Sanz –éste con el paso de los minutos– parecían tener las ideas más claras a la hora de elaborar fútbol y mirar hacia delante. No así sus compañeros. Estaba, además, muy solo Raúl García, a quien no le llegaba el balón nunca con claridad. Salvo en la carambola del principio, no se había vuelto a acercar a los dominios del meta de un Levante que a medida que transcurrían los minutos se hizo con el control del choque.

Fruto de ese acoso que empezaba a ejercer el bloque de Calleja, cuando corría el minuto 23 el lateral Son se plantó ante Herrero, que respondió con acierto para despejar en la mejor llegada de los granotas, quienes tampoco protagonizaron muchas más en el primer periodo. Los anoche de amarillo defendían bien. Es lo primero que se demanda ante semejante adversario y lo estaban cumpliendo a la perfección.

El Mirandés no llegaba. Hasta que lo hizo, ¡¡¡ y de qué forma!!!, el pichichi jabato. El delantero centro llevaba muchos meses, exactamente siete, sin ver puerta a domicilio, desde el duelo en Granada en septiembre y en el Ciutat de València anotó un auténtico golazo, marca de la casa, de los que acostumbra a marcar, aunque sólo en Anduva. Se demostró a sí mismo que también lo puede conseguir lejos del hábitat natural. Esta vez, lo firmó en un escenario importante.

El balón en largo le llegó al de Olesa de Montserrat, se fue metiendo hacia dentro sin que su par le quisiera encimar demasiado y desde fuera del área se marcó un derechazo por la escuadra que hizo inútil la estirada del portero.

Era el primer tiro entre los tres palos de los mirandesistas en casi 40 minutos. A diferencia de lo que ocurrió ocho días antes en Cartagena, frente a los azulgranas consiguió en la única aproximación el tanto que daba, de forma momentánea, el triunfo a los de Etxeberria.

Al filo del 45, el anfitrión Pepelu lo intentó desde más de 30 metros de distancia. Sin embargo, su trallazo obtuvo la respuesta a mano cambiada del guardameta rojillo, que salvó el gol del rival con su estirada.

La prueba de que los azulgranas no carburaban en ataque llegó cuando el técnico local introdujo tres cambios en el descanso al dar entrada a Soldado, Wesley y Cantero. De una tacada. El veterano punta la tuvo en la primera que tocó, pero el portero mirandesista volvía a estar en su sitio para evitar el tanto.

Roberto López, apenas dos minutos después, lo probó y en esta ocasión quien se lució fue Femenías porque el disparo iba con mucha intención. Un choque de ida y vuelta, aunque las tarjetas solo las veían futbolistas del Mirandés, alguna como la que recibió Pinchi más que dudosa. El criterio, una vez más, a la hora de mostrar cartulinas era muy diferente según el color de la camiseta. Los granotas hacían más faltas, pero esas acciones no tenían más consecuencias.

Fue su última acción, la de Pinchi, porque acabó siendo reemplazado por Llabrés a la hora de juego. Los visitantes pidieron penalti pero el defensa del Levante tenía el brazo apoyado sobre el césped y en la siguiente jugada, sí que se señaló la pena máxima en contra del equipo de Miranda por despejar Beñat con el brazo. Wesley desaprovechó la oportunidad porque marró el tiro al dar en el travesaño y salir fuera.

Todo seguía igual, con 0-1 y media hora por delante. El partido, no obstante, estaba abierto y podía pasar de todo. Cantero rozó el poste con un tiro y Raúl Navas reapareció más de dos meses después para formar parte del trío de centrales en lugar del amonestado Beñat y menos bregado en tareas defensivas que el sevillano. Jofre dio refresco a López. Etxeberria cambió las dos mediapuntas, pero la contundencia que exhibió el bloque rojillo durante casi todo el choque no se produjo en la acción en la que Wesley se rehizo de su falllo en el penalti. La defensa no pudo despejar y tras varios rechaces, el ariete atinó en boca de gol.

1-1 y quedaba tiempo. Sí, pero para que Llabrés lograra su primer 7tanto como mirandesista después de recibir en el área y salvar a un defensa y al cancerbero por bajo. Fue la inmediata respuesta del Mirandés tras del varapalo sufrido por el gol del cuadro local.

Michelis y Moreno entraron en los últimos cinco minutos por Raúl y Sanz. Navas se colocó en la posición de pivote en los instantes finales con el fin de amarrar el resultado y de tapar todas las vías de penetración del Levante, que no pudo marcar para satisfacción de los rojillos que lograron tres puntos fundamentales, precisamente donde menos se esperaba. Pero este Mirandés, ya se sabe, es impredecible.

Levante: Femenías; Pubill (Rober Ibáñez, m. 77), Róber Pier, Álex Muñoz, Son; Pepelu, Campaña (Iborra, m. 67); De Frutos, Musonda (Cantero, m. 46), Montiel (Wesley, m. 46) y Bouldini (Soldado, m. 46).

Mirandés: Herrero, Juanlu, Beñat (Raúl Navas, m. 70), Álex Martín, Barbu, Salinas; Oriol Rey, Álvaro Sanz (Michelis, m. 85); Roberto López (Jofre, m. 70), Pinchi (Llabrés, m.59) y Raúl García de Haro (Simón Moreno, m. 85).

Goles: 0-1, m. 39: Raúl García; 1-1, m- 79: Wesley; 1-2, m. 82: Llabrés.

Árbitro: El cántabro López Toca amonestó con tarjeta amarilla a Juanlu (m. 45), Pinchi (m. 55), Beñat Prados (m. 63) y Raúl (m. 77) y por los locales a Róber Ibáñez (m. 88).

Incidencias: 13.435 espectadores.

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