El asalto del Mirandés al submarino amarillo pasa por afinar en el último tercio

«Muchas veces llegamos con claridad al último tercio de campo y fallamos en el control o en el pase para que se genere una ocasión clara de gol. El otro día, lo vimos en varias ocasiones, con Nikita que se quedaba solo en una de ellas y Chaira fallando algún control que le dejaba con el portero y demás. Son situaciones en las que estamos fallando, hay margen de mejora en este apartado», iniciaba el técnico romano en la rueda de prensa previa al duelo.

El duelo de la semana pasada frente al Tenerife ya ofreció brotes verdes en lo que al rendimiento defensivo se refiere. De hecho, los jabatos fueron capaces de contrarrestar al hasta entonces líder de a competición, que dispuso de contadas ocasiones de gol. «Estamos trabajando muy bien en la agresividad defensiva, adelantando los jugadores exteriores y presionando para que el rival no nos obligue a recular al bloque bajo con facilidad. Además, también se está haciendo un buen trabajo para contrarrestar los centros laterales».

Al ser preguntado por su próximo rival, el Villarreal B, Lisci concordó con su homónimo del filial, Miguel Álvarez, que ambos conjuntos comparten cualidades como las de ser plantillas muy jóvenes, apostar por un planteamiento ofensivo en los choque y, por último, ver puerta rival y encajar goles con cierta facilidad. «Ellos son el filial del Villarreal y nosotros casi el filial de muchos equipos (risas). Creo que va a ser un partido muy entretenido para el espectador por la idea de fútbol que tenemos ambos equipos. También hay diferencias entre nosotros. Ellos no son tan verticales como nosotros, se puede ver en sus carriles y por las características de sus jugadores. Tienen un gran pie y apuestan más por la elaboración. Nosotros tenemos armas para hacerles daño a ellos, y al revés. También encajan muchos goles, como nosotros, somos los dos peores equipos en este apartado», reflexionaba el italiano.

El segundo equipo del submarino amarillo ocupa la decimocuarta posición en la tabla de Segunda, con 13 puntos, y todo apunta a que será un rival directo del Mirandés en la lucha por la permanencia. «Parece que se ha acabado el calendario tan complicado y seguido que teníamos, pero Segunda no tiene partidos fáciles, mucho menos con el Villarreal B. Hemos trabajado para ver cómo les podemos hacer daño, no puedo profundizar para no desvelar nuestras cartas, pero todos tenemos debilidades. Tenemos argumentos de sobra para llevarnos el partido», radiografiaba.

Para el choque, los locales no podrán contar con Ontiveros, un clásico de la categoría, que ha comenzado el curso en un gran estado de forma anotando 4 goles y dando 3 asistencias, y que se perderá la cita por acumulación de amarillas. Lo mismo ocurrirá con Tachi en el caso de los mirandeses, que no podrán alinear al madrileño en la medular para dotar de un mayor peso táctico al equipo.

El curso pasado, rojillos y amarillos se repartieron una victoria cada uno. «El equipo está teniendo una evolución buena, es está encontrando y es competitivo en todos los partidos. Creo que vienen cosas buenas, tenemos las cosas claras. Es una sensación que tengo y es lo que quiero comunicar», zanjaba Lisci.