El Mirandés deberá liberar fichas porque quiere contratar a «3 o 4» nuevos jugadores

La intención es reforzar prácticamente todas las líneas del campo, incluida la delantera porque lo que sí tiene el Mirandés son medias puntas, pero carece de un ariete nato, un 9, un tipo de futbolista que siempre le ha gustado al entrenador, Claudio Barragán.

Uno de los que podría ubicarse ahí es Abdón Prats, pero ha contado muy poco tanto para Terrazas como ahora para Barragán. Con éste disputó algo más de media hora en Zorrilla y en el encuentro siguiente, en casa ante el Almería, no fue ni convocado. Solo ha participado en seis de los 19 partidos de la Liga. Únicamente en dos fue titular. Es uno de los que podría salir en este mercado de invierno, máxime cuando ya antes, este pasado verano, había sido declarado transferible.

El técnico entiende que es necesario reforzar distintas partes del campo para poder optar a una salvación que ahora ostenta el Mirandés en la clasificación, con solo un punto por encima de los puestos de descenso, que marca el Almería.

Existe disponibilidad económica para propiciar este movimiento de efectivos, toda vez que el superávit con el que cerró el club el último ejercicio alcanza los 2,3 millones de euros tras descontar los impuestos sobre beneficios que, en un primer momento, eran de 3,1 millones de euros.

Así que una parte de este superávit se destinará, como consecuencia de las peticiones que ha realizado Barragán al presidente, a reforzar la plantilla. Hasta la fecha, la contención en el gasto por la contratación de jugadores se llevaba prácticamente al límite, tal y como se reconocía desde el club, pero ahora la situación ha variado.

El nuevo entrenador ha pedido fichajes y el consejo de administración deberá recurrir al importante beneficio económico que tiene para paliar las carencias que ha detectado el preparador valenciano.

Pero para reforzar la plantilla deberán salir jugadores. El Mirandés tiene 23 fichas (incluida la del lesionado Alain, que volverá ya avanzado el año 2017), así que tiene que liberar al menos una o dos en función de si, finalmente, llegan tres o cuatro jugadores, que es lo que se pretende.

Carlos Lázaro es quien más papeletas tiene. No ha jugado un solo minuto de competición. Tampoco lo ha hecho con Barragán ni en Valladolid ni en Anduva frente al Almería, de ahí que su permanencia en la entidad se antoja innecesaria para todas las partes implicadas. El Mirandés podría costear su salida para propiciar la llegada de otro jugador a partir del mes de enero.

Habrá, parece ser, salidas a excepción de que haya miembros de la actual plantilla que opten por abandonar la disciplina del club por decisión propia, porque apuesten por otro destino. La temporada pasada ocurrió con Lago Junior, al irse al Mallorca, lo que derivó en un nuevo e importante ingreso, no previsto, para las arcas de la entidad. En el balance de cuentas del último ejercicio, en ese capítulo, se incluyó una cantidad de 281.871 euros.

De momento, no obstante, no se han producido movimientos al menos de manera oficial respecto a jugadores que quieran dejar el club, de ahí que se espere alguna salida para formalizar las cuatro incorporaciones que se prevén en este próximo mes en un equipo que, a medida que transcurra la competición, cambiará con respecto al anterior.

Muchas modificaciones

Las variaciones que ya se han concretado a la espera de que el club haga oficial los fichajes tienen que ver con el organigrama técnico, al introducirse varias modificaciones al contar con un entrenador de porteros, Juanma Cruz, y con un asesor técnico en la persona de Jesús Seba.

Además, la plantilla contará con nuevos efectivos (centrocampistas y delanteros es la apuesta) para intentar firmar una buena segunda parte de la temporada con la que salvarse del descenso.